Cuando pensamos o hablamos de las debilidades o los fracasos de alguien, solemos extendernos en el tema. Pero si hablamos de sus fortalezas o éxitos, los enunciamos en una sola frase. En el mundo digitalizado de hoy, muchas personas recurren a las redes sociales para compartir buenas noticias o logros. ¿Con qué frecuencia nos alegramos por ellos?
1. Cuestionar el éxito de alguien o sentir celos de él agota nuestra energía. Compruébelo usted mismo: si no lo aprecian a usted, pero aprecian a los demás, si alguien lo hace mejor que usted, ¿se alegra por él o siente celos?
2. Si experimentas algún sentimiento negativo cuando a la gente le va bien, es un signo de inseguridad que surge de una creencia errónea de que quien lo hace bien es superior. El éxito no hace que otra persona sea mejor que tú. El éxito es el resultado de sus esfuerzos, sinceridad y cualidades. Ellos lo lograron, tú también puedes lograrlo.
3. Empodérate a diario con la meditación para elevar tu pensamiento. En un mundo donde la competencia y los celos se consideran algo natural, crea una energía de cooperación y aprecio e irradia bendiciones a todos. Comparte lo que sabes con los demás. Aprende de lo que saben los demás.
4. Aprecia sus esfuerzos y celebra sus éxitos como si fueran tuyos. Bendícelos para que sigan haciéndolo muy bien. La vida te recompensará con un éxito inmenso que ni siquiera habías imaginado.
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