El perdón es un color de virtud con hermosos matices que podemos utilizar de forma creativa en situaciones difíciles para construir un estado interior de amor y generosidad. Así como un pintor a menudo cierra el círculo y revisa las fases anteriores de su pintura con nuevos conocimientos, nosotros también podemos desarrollar la capacidad dentro de nosotros para volver a la hermosa base de todas nuestras preciosas relaciones y verlas, esta vez, con un nuevo par de ojos espirituales llenos de perdón.
¿Cómo podemos crear el hermoso color del perdón en el lienzo de nuestra mente?
Necesitamos entender qué pasos prácticos debemos dar para imbuir un cierto valor en nuestro interior. El perdón verdadero no se puede ganar, es incondicional. A veces, sentimos que es más seguro dar una buena razón práctica para el comportamiento de la otra persona y no una emocional. Si lo hacemos, también nos impide ver a la otra persona como un alma capaz, que está a cargo de sus acciones y no es solo un producto de las circunstancias.
Por lo tanto, el perdón verdadero requiere que seamos conscientes de la situación y seamos valientes, que nos concentremos en la raíz de la palabra dar . Es similar a una situación en la que, por más hermoso que sea el conjunto de colores de virtud que pueda tener en la paleta de su naturaleza, aún necesita un lienzo de su mente para pintar y usar pinceladas cuidadosas para mezclar estos colores para crear el color del perdón en él.
Esto es el perdón en acción y la aplicación de diferentes virtudes básicas que poseemos, como la paz, el amor y la verdad. En situaciones de la vida real, en las que necesitamos perdonar incondicionalmente, el amor y la humildad son la base para perdonar y liberarnos de los recuerdos negativos . Si practicamos este arte del perdón con regularidad, puede convertirse en nuestra segunda naturaleza.
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