Todo lo que nos llega, llega para que lo transmitamos. No sólo el dinero que tenemos en el bolsillo, sino también la sabiduría, los objetos, las ideas, incluso las oportunidades, todo llega a nosotros para que, en el momento adecuado, podamos transmitirlo. Esto se llama fluir. Estar en el flujo significa ser consciente de que el río de la vida fluye hacia nosotros en cada momento. Estar en el flujo significa aceptar lo que llega y darle un buen uso, antes de transmitirlo. Seguir la corriente significa permitir que todo lo que venga siga su curso libremente, sin aferrarnos a nada. Si no dejamos que fluya, estamos tratando de bloquear la corriente, y es entonces cuando sentimos presión en nuestra vida. La presión siempre es autoinfligida. Cada vez que te sientas "bajo presión", analiza lo que necesitas soltar y transmitir a otra persona. Una vez que lo hagas, podrás... relajarte... de nuevo. |
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