Nunca te quedes sin energía positiva
Las personas llegan a nuestra vida con diferentes personalidades , a veces incluso opuestos. A menudo, encontramos a este tipo de personas entre nuestros seres queridos: marido o esposa, padre, hijo o hermano o hermana. En esos momentos, debemos adaptarnos a su naturaleza. El ajuste tiene que ver con nuestros pensamientos hacia ellos, no solo con nuestras palabras o comportamiento con ellos. Necesitamos aceptar su naturaleza, no cuestionarla ni perturbarnos por ella. Una persona en casa puede ser muy egoísta y difícil de complacer. Le damos todo el amor y el respeto posibles, pero esa persona puede no devolverte las mismas emociones positivas.
El día que la elogie, será amable contigo. El día que le señales su error, se volverá negativa hacia ti. Puede haber un miembro del equipo en tu lugar de trabajo que espere reconocimiento por cada tarea exitosa. Si dejas de elogiarlo o si elogias a otra persona frente a él, puede sentirse desmotivado.
Así es como actúan algunas personas. Rara vez dan, pero siempre quieren algo de los demás para sentirse emocionalmente reconfortados y fuertes. La fuerza y la calidad de una relación así dependerán de tu capacidad para seguir dándoles la energía adecuada.
¿Cómo conseguir la energía para seguir dando? Siempre podemos llenarnos de la fuente superior y constante de energía espiritual positiva: Dios, que siempre está dispesto a darnos consuelo y fortaleza emocional ilimitados. Dios tiene una sola intención: llenarnos de todo lo que Él posee, de todas las cualidades y de todos los poderes que necesitamos. Solo tenemos que conectarnos con Él y empezar a recibir de Él para que nunca necesitemos nada de las personas, sino que siempre tengamos un excedente de bondad para irradiarles.
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