Si tu compañero de trabajo cometió un error hoy, ¿lo repetirá mañana? Si tu familiar fue grosero contigo hoy, ¿no cambiará mañana? En lugar de esperar un mañana mejor, ¿sacas una conclusión negativa: “ Estas personas nunca cambiarán”? Nos demos cuenta o no, todos estamos cambiando constantemente, ya sea para bien o para mal.
Esto significa que las personas que nos hicieron pasar momentos difíciles hoy podrían hacernos sentir bien mañana. Solo debemos ocuparnos de cambiar para ser mejores: más tolerantes, respetuosos y compasivos. Quejarse y criticar agota aún más nuestra energía. Entendiendo que la otra persona puede haber tenido un mal día hoy, bendigámosnos a ambos: mi próxima interacción con ella será increíble.
Nuestras vibraciones nos elevan y les dan poder. Cada día es un nuevo comienzo; cada hora es un nuevo comienzo. Conozcamos a las personas con una pizarra en blanco cada vez, borrando recuerdos desagradables, percepciones y nociones preconcebidas de nuestra mente.
Nos demos cuenta o no, todos estamos cambiando a cada momento debido a la información, a las experiencias pasadas o a nuestro deseo de cambiar. Nosotros y otras personas ya no somos quienes éramos ayer, el mes pasado o el año pasado. Cuando borramos las imágenes pasadas de las personas, las percibimos frescas en cada encuentro.
Tómate un momento para prepararte para interactuar con todos de manera saludable hoy. Cuando eliminas el filtro de la impresión que habías creado en base a tu encuentro anterior, ves a las personas como realmente son hoy. Dejas de referirte al pasado, de modo que no influyes en el presente ni en el futuro con la energía del pasado.
Al hacer esto te sanarás a ti mismo, sanarás tus relaciones e irradiarás vibraciones limpias.
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