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¿Por qué estamos perdiendo el autocontrol?

Exploremos por qué y cómo perdemos el control de nosotros mismos. Sabemos que hay contaminantes en el aire, pero hay otro componente sutil y crucial que no podemos ver, pero que absorbemos. Se trata del aspecto de la conciencia humana que está formado por nuestras intenciones, pensamientos, emociones y actitudes que irradiamos y que creamos la Conciencia Colectiva de nuestra familia, nuestro lugar de trabajo, nuestra ciudad, nuestro país y el mundo.

Analizando la influencia de la contaminación del aire, podemos clasificar a las personas en 3 grupos:

Grupo 1: Un número significativo de personas responsables de la contaminación del aire.

Conjunto 2: Incluye a todos, porque todos respiramos el aire contaminado.

Grupo 3: Unas cuantas personas que están físicamente débiles y se enferman debido a respirar el aire contaminado.



Observemos una categorización similar de la Contaminación Emocional:

Conjunto 1: Un número significativo de personas tienen lujuria, ira, codicia, apego y ego en sus mentes. Lo que está en sus mentes se irradia a la atmósfera. Por lo tanto, todas estas emociones negativas están en el aire.

Conjunto 2: Incluye a todos, porque cada uno se ve influenciado por las vibraciones que le rodean.

Grupo 3: Algunas personas que se encuentran emocionalmente débiles en un momento determinado debido a alguna crisis en la vida o una enfermedad mental o física o cualquier otra razón. La debilidad emocional los hace más vulnerables y se ven afectados por las vibraciones del entorno más que las demás personas que los rodean.

Es importante entender lo que les sucede a las personas del tercer grupo. Si a una persona afectada por la contaminación del aire se le pide que suba un tramo de escaleras, se queda sin aliento y no es la persona normal. 

De manera similar, cuando alguien que se encuentra en un estado emocionalmente agotado, afectado por las vibraciones ambientales, tiene que enfrentarse a una situación ligeramente difícil, pierde el control de sí mismo y reacciona de una manera que no es normal en él. La furia al volante, la agresión física o cualquier otra forma de acto delictivo no planificado ocurren cuando las personas pierden momentáneamente el control de su forma normal de ser. Momentos después del acto se dan cuenta, se arrepienten, sienten dolor y culpa. Pero son esos pocos momentos los que pueden afectar a muchos destinos. 

Mientras leemos sobre las personas del tercer grupo y criticamos lo que han hecho, es hora de hacer introspección: ¿soy parte de lo que ha sucedido? ¿Soy parte del primer grupo que crea lujuria, ira o cualquier forma de violencia en la mente que afecta a algunas personas hasta tal punto que la llevan a la acción? Si queremos crear paz, respeto y armonía en el mundo, recordemos que todo comienza en nuestra mente. 

Si queremos que todos estemos emocionalmente sanos, tendremos que detener la contaminación que estamos creando e irradiar solo energía y vibraciones positivas. Nosotros, la gente del grupo 1, tendremos que cambiar para que no haya nadie en el grupo 3. Yo soy parte de la Conciencia Colectiva. Déjenme Ser el Cambio, Irradiar el Cambio y convertirme en parte del Cambio Mundial.


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