Todos hemos esperado cosas diferentes y, por experiencia, sabemos que pueden llevar tiempo. Sin embargo, nos impacientamos cuando nos encontramos ante una situación difícil.
¿Qué tal se te da esperar con impaciencia aquello que realmente quieres: un cambio de hábitos, el resultado de una entrevista de trabajo, un ascenso, una pérdida de peso o tu turno en la caja registradora? ¿Y cómo reaccionas ante los retrasos conocidos o inesperados, tan habituales hoy en día en la vida personal y profesional cotidiana?
Ser paciente tiene más que ver con el autocontrol interior o el control de la mente que con el tiempo. La paciencia con uno mismo, con las personas y con las situaciones nos aporta más paz, compasión y aceptación. Cuando demuestras paciencia, tendrás el poder de afrontar los desafíos, ya que no agotas la energía creando impaciencia o irritación.
Quejarse, pensar en las situaciones una y otra vez, sentirse ansioso o apresurarse a sí mismo o a los demás no son soluciones. Manténgase tranquilo, establezca plazos y disciplínese a sí mismo y a los demás con dignidad. Están haciendo lo mejor que pueden y todo sucede cuando debe ser en el momento adecuado. Concéntrese en otras actividades o dedique su mente a otras cosas mientras espera.
No abandones la meta por el tiempo que tarda en materializarse, no tomes decisiones apresuradas y no busques atajos. Medita diariamente para aumentar tu paciencia, resiliencia y tolerancia. Cuanto más pensamientos correctos crees durante el período de espera, más fácil te resultará esperar.
Om Shanti
ResponderBorrarAtesora la virtud de la Paciencia; aunque a veces pueda resultar ser difícil e incomprensible, los resultados pueden ser muy gratificantes.
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