Una creencia errónea que muchos tenemos es que las relaciones se basan en comportarse y hablar correctamente. Esto se debe a que pensamos que las personas solo ven, saben y juzgan lo que decimos y hacemos. Creemos que no pueden percibir lo que pensamos, por lo que no prestamos atención a lo que pensamos sobre ellas.
Pregúntate: ¿alguna vez has creado pensamientos negativos y palabras positivas, creyendo que la otra persona solo puede oír tus palabras? ¿Alguna vez le has dicho a alguien que fue maravilloso conocerlo, aunque estés creando pensamientos de aburrimiento? Necesitamos una profunda reflexión y una consciencia constante para ver cómo somos diferentes en nuestros pensamientos, palabras y acciones.
Creamos entre 25 y 30 pensamientos por minuto; podemos decir de 3 a 4 líneas y realizar de 1 a 2 acciones por minuto. Dado que la cantidad de pensamientos es mucho mayor y la energía del pensamiento viaja más rápido que el sonido, los pensamientos se convierten en la base de la relación.
Además, los pensamientos se crean incluso si no estamos físicamente presentes. Por lo tanto, la cantidad de pensamientos que creamos para otra persona es mucho mayor que las palabras que le decimos o nuestro comportamiento diario.
Cuidemos cada pensamiento, para cada alma, en todo momento, recordando bien que este es el fundamento de nuestra relación.
Si deseamos cambiar la calidad de cualquier relación, solo necesitamos revisar nuestros pensamientos sobre ella.
Cambie sus pensamientos y la relación cambiará.

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