El que es dueño de sí mismo es capaz de dominar las situaciones y controlar a las personas.
Expresión: Si se intenta controlar las situaciones y a las personas sin intentar controlarse a uno mismo, se vuelve imposible. Esto solo descontrola aún más las cosas y conduce a emociones extremas como la ira. Ser un maestro significa ser dueño de los propios sentimientos y emociones en cualquier circunstancia. Significa tener las riendas en las propias manos.
Experiencia: Cuando puedo controlar mis propios pensamientos, sentimientos y emociones, puedo gestionar eficazmente las situaciones y las personas. Nunca pierdo el control ni la calma, por muy difícil que sea la situación o la persona. Esto me permite ser consciente de mis propios recursos internos y aprovecharlos al máximo.
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