Muy a menudo, además de crear el tipo correcto de pensamientos, que ayudan a una adecuada gestión del tiempo, lo que se requiere es un buen equilibrio . Necesito comprobar si el tiempo que dedico a diferentes acciones se distribuye adecuadamente. Estas acciones pueden ser tu trabajo, tus aficiones, tu vida personal, tu salud, tus relaciones y todas las demás áreas de tu vida. Muy a menudo definimos el éxito de forma errónea y corremos tras él con creencias erróneas adquiridas a lo largo del tiempo.
Como resultado, a veces utilizamos nuestro tiempo de forma incorrecta. Por lo tanto, necesito comprobar aspectos como qué relaciones mías son las más importantes. También necesito comprobar cuánta importancia le doy a mi trabajo y en qué medida le dedico tiempo.
Además, ¿es correcto el equilibrio entre mi vida personal y profesional? Analizo todo esto teniendo en cuenta la definición correcta de éxito, que no es solo éxito material, sino material. Una vez que entiendo correctamente mis prioridades, mi tiempo comienza a fluir en la dirección correcta, de la manera correcta.
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También necesito comprobar lo que puedo ganar o perder en cada una de mis acciones en forma de tesoros de mi mente interna como la paz, el amor y la alegría. Supongamos que estoy corriendo tras mis ambiciones laborales en busca del éxito, pero ¿estoy descuidando mis relaciones, mi salud o mi paz mental en el proceso?
Además, algunas relaciones pueden estar dándome una felicidad temporal, pero ¿me están alejando de mi relación con Dios? Después de todo, si mi relación con Dios es fuerte, todas mis otras relaciones serán exitosas.
Las respuestas a todas estas y muchas otras preguntas similares me llevan a una buena distribución del tiempo en mi vida, también llamada gestión del tiempo.
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