Un aspecto hermoso de nuestras vidas al que a veces no se le da suficiente importancia es la veracidad de nuestras palabras y acciones. Muy a menudo hay falsas intenciones ocultas en nuestros pensamientos que son lo opuesto a lo que nuestras palabras y acciones podrían reflejar.
Además, en ocasiones algunas personas pueden mostrar intencionalmente una persona diferente o una naturaleza diferente al mundo exterior y llevar un tipo diferente de personalidad en su interior. ¿Qué impide que las personas sean ellas mismas? ¿Es el miedo al mundo exterior o es una característica de la personalidad: ser diferente por dentro y por fuera?
También cabe preguntarse si una persona que muestra una cara diferente de sí misma al mundo es respetada más o menos por la gente que la rodea. Menos, lo sentiríamos y eso también lo experimentamos. ¿Por qué?
Tarde o temprano la gente se da cuenta y es capaz de juzgarnos que estamos mintiendo o dando una impresión falsa a la gente sobre muchas cosas. Una persona así pierde credibilidad y respeto.
Entonces, es bueno ser sincero y no ser alguien con una naturaleza falsa. Además, las cualidades que se muestran exteriormente al mundo para complacer a la gente son como joyas artificiales, que son agradables a la vista pero que no tienen ningún valor.
Siendo así, lleva las virtudes o cualidades en tu corazón y no en tu cabeza. Eso significa que no te vuelvas virtuoso para mostrarle al mundo que eres una buena persona y no seas tan agradable por dentro. Al contrario, sé tan amable por dentro que agradarás mucho a la gente por tus cualidades.
Recuerda siempre que las personas que te rodean son muy perspicaces al juzgar que eres una buena persona artificial o una buena persona real . Entonces, en lugar de engañar a las personas con virtudes artificiales, expresa tu bondad desde el fondo de tu corazón y la gente te amará mucho por eso.
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