A veces nos sentimos agobiados por las expectativas de los demás. Las expectativas de nuestros padres, maestros, amigos, cónyuge, compañeros de trabajo, hijos y tantas otras personas en nuestra vida. Parece que controlan nuestras elecciones y decisiones. Las personas se esfuerzan por estar a la altura de las expectativas de otras personas, pero la mayoría no lo logra por completo. No todo el mundo puede estar contento con nosotros todo el tiempo, por lo que tratar de satisfacer sus necesidades solo puede dejarnos exhaustos.
1. Las expectativas de los demás generan presión en nuestro interior y nos hacen sentir miedo de no poder hacerles felices. Esto reduce nuestra eficiencia. Establece metas, planifica, ejecuta, logra y disfruta de tu éxito; todo en función de tu capacidad, tu prioridad y tus principios.
2. Cuídate desinteresadamente y da lo mejor de ti en cada relación. Después de eso, deja de preocuparte por si cumples las expectativas de los demás, si obtienes aprobación o si te consideran lo suficientemente bueno. Establece límites claros para ti mismo y comunícalos a los demás.
3. Ámate a ti mismo e irradia amor a los demás. Pero si vives una vida tratando de cumplir con las expectativas de los demás, incluso cuando no estás en tu capacidad, no podrás ser feliz. Tu infelicidad irradia vibraciones de dolor e incomodidad incluso a aquellos cuyas expectativas estás tratando de cumplir, y daña la energía de tus relaciones.
4. No aceptes hacer algo que no quieres hacer. Niégate con educación y firmeza. Y no te sientas culpable por ello. Sé auténtico y la gente te aceptará tal y como eres.
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