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Gobernando el reino de la mente (Parte 1)

¿Alguna vez has mirado dentro del reino interior de tu mente, donde tus pensamientos, sentimientos y emociones son tus ministros ? ¿Es un reino de ley o de anarquía? ¿Alguna vez te has preguntado: “ Ojalá hubiera más orden y menos caos en mi reino”? Entonces, ¿qué te impide crear un reino de ley y orden? ¿Son las situaciones externas o son tus reacciones internas a estas situaciones? 

Solo por un día, realiza este pequeño ejercicio: comprueba que, de los miles de pensamientos y sentimientos que creas en un día, ¿cuántos son tu propia creación y cuántos son respuestas a eventos externos? 

Si son tu propia creación positiva o si son respuestas a eventos, pero correctas, entonces siéntete orgulloso de que tus ministros te estén obedeciendo.

 ¿Te das cuenta de que el momento en que estos pensamientos y sentimientos son tus reacciones equivocadas y tampoco tus creaciones originales correctas, es el momento en que estos ministros te están desobedeciendo y creando anarquía?

Un reino en el que los ministros desobedecen al rey, es decir, a ti, el alma, repetidamente, es un reino en el que la atmósfera carece de paz, amor y alegría. 

El reino en nuestro caso es nuestra mente. 


Es un reino que no es respetado por su gente, que se deja guiar por los ministros de los pensamientos, sentimientos y emociones. 
La gente son tus actitudes, expresiones, palabras y acciones. Ellos se comportan aún peor bajo la influencia de los pensamientos, sentimientos y emociones negativos. 

Es un reino en el que el rey no puede enfrentar las situaciones externas con fuerza. Además, es un reino que carece de estabilidad.

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