¿Alguna vez has mirado dentro del reino interior de tu mente, donde tus pensamientos, sentimientos y emociones son tus ministros ? ¿Es un reino de ley o de anarquía? ¿Alguna vez te has preguntado: “ Ojalá hubiera más orden y menos caos en mi reino”? Entonces, ¿qué te impide crear un reino de ley y orden? ¿Son las situaciones externas o son tus reacciones internas a estas situaciones?
Solo por un día, realiza este pequeño ejercicio: comprueba que, de los miles de pensamientos y sentimientos que creas en un día, ¿cuántos son tu propia creación y cuántos son respuestas a eventos externos?
Si son tu propia creación positiva o si son respuestas a eventos, pero correctas, entonces siéntete orgulloso de que tus ministros te estén obedeciendo.
¿Te das cuenta de que el momento en que estos pensamientos y sentimientos son tus reacciones equivocadas y tampoco tus creaciones originales correctas, es el momento en que estos ministros te están desobedeciendo y creando anarquía?
Un reino en el que los ministros desobedecen al rey, es decir, a ti, el alma, repetidamente, es un reino en el que la atmósfera carece de paz, amor y alegría.
El reino en nuestro caso es nuestra mente.
Es un reino en el que el rey no puede enfrentar las situaciones externas con fuerza. Además, es un reino que carece de estabilidad.
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