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Afirmar sin arrogancia



En nuestros diferentes roles en la familia y en el lugar de trabajo, necesitamos ser asertivos para poder influenciar a las personas y obtener los resultados deseados. 

La asertividad nos ayuda a expresar nuestras opiniones de manera educada, respetar a los demás, ser firmes y ser flexibles ante los cambios. 

Pero si no tenemos cuidado, podemos caer en la arrogancia y menospreciar a los demás para sentirnos superiores. 

En nuestros diversos roles, necesitamos ejercer influencia sobre las personas para lograr los resultados deseados. 

Todos comenzamos afirmándonos humildemente, pero a veces nos volvemos agresivos o arrogantes. 

1. La comunicación asertiva es una habilidad que se puede dominar con la práctica. Piensa con claridad y habla con humildad. Elige menos palabras y las adecuadas para expresar tu opinión. Sé seguro y respetuoso. Concéntrate en alcanzar el objetivo en lugar de ganar la conversación. 

2. Recuerda que estás hablando con otro ser puro, no con un rol o una posición. La otra persona puede resistirse, oponerse o cuestionar tus puntos de vista. Incluso puede ser grosera. Ten compasión por su comportamiento. Sé respetuoso y escucha con paciencia.

3. Aléjate de tu punto de vista para ver su perspectiva. Identifica sus preocupaciones y abórdalas. Cuando se sienten valorados, te respetan y se vuelven más receptivos.

4. Una vez que todos estén de acuerdo, comunique con calma las responsabilidades, establezca plazos, establezca reglas y discipline a las personas con dignidad.

5. No renuncie a sus valores. Manténgalos firmes, sin temor a las consecuencias.

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