Por Mike George
Probablemente hay cuatro tipos de
personas. ¡Cuál te describe mejor?
1. Los que
tienen una naturaleza de monjes (NMs). Han elegido vivir solos o simplemente vivir
a su aire. Tienen una profunda resistencia a otras personas. No se sienten
cómodos en compañía de otros. Sufren frecuentes “momentos Jean Paul Sartre”, es
decir: ¡El infierno son las otras personas!
2. Los tranquilos
y auto-contenidos (TC). Están bien al ir a su propio aire; no lo buscan pero
tampoco se resisten a ello. También están bien al relacionarse con los demás. Están
muy cómodos con ambas dimensiones y simplemente aceptan donde están, bien sea solos
o con otros, en cualquier momento.
3. Los yo-yo.
Con frecuencia se estresan con las otras personas, hasta tal punto que dicen
"necesito algo de tiempo a solas". Pero tan pronto como están
solos, comienzan a buscar la compañía. Un minuto están solos y al siguiente
minuto buscan compañía.
4. Finalmente los adictos y dependientes (AD). Son personas necesitadas; necesitan
el estímulo de los demás para sentirse bien consigo mismos. Odian estar solos
y continuamente anhelan estar con otros o en cualquier actividad donde otros
están involucrados.
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Como se nos ha instado a vivir aislados, no faltan consejos sobre “qué hacer"
durante nuestro confinamiento. El Dr. Google nos proporcionará cientos de
ideas. Sin embargo, hay muchos menos consejos sobre “cómo ser" durante
estos tiempos retadores. Ciertamente, el auto-aislamiento es un poco aterrador
para algunas personas que no están acostumbradas a estar solas. Estar solo
conmigo mismo, estar aislado, no es una realidad fácil para muchas personas.
Entonces, tal vez estas pocas ideas puedan ayudar. Tal vez no.
Hay un viejo dicho que se menciona en muchos caminos de sabiduría: “Vinimos
solos y regresaremos solos”. La mayoría de las personas asiente con la cabeza
en reconocimiento de esta sencilla idea. Nos recuerda que, en el nivel más
profundo, siempre estamos solos. Incluso en medio de una multitud. ¡Incluso
cuando estamos con nuestra familia!
Pero eso no es lo mismo que sentirse en soledad. Sentirse en soledad es
lo que sucede cuando nos sentimos incómodos al estar solos y anhelamos la
compañía y el estímulo de otra persona. ¡A veces nuestro televisor,
computadora portátil o teléfono inteligente son la fuente de "el
otro", ya que alivian nuestras emociones de sentirnos en soledad!
Es necesario entender por qué. ¿Por qué hoy más que nunca hay más
personas que se sienten en soledad? Especialmente en un mundo que está más
ocupado con más "otras personas" y más estimulación que nunca. ¿Por
qué nos sentimos tan incómodos internamente cuando nos encontramos solos?
¿Por qué le tememos a la soledad? ¿Y cómo superamos las dos: nuestro miedo a estar
solos así como a sentirnos en soledad, ahora que debemos estar en auto-aislamiento
social?
Seres sociales o dependencia social
Con frecuencia se dice que somos seres sociales por naturaleza. Y a
menudo se cree que no es natural estar solo y en ocasiones se percibe como
no-social o “anti-social”. De otra parte, también reconocemos que la
dependencia, en cualquier relación, no es saludable. Claro, por supuesto
todos dependemos del agricultor, del supermercado e incluso la atención
social si ya no podemos cuidar de nosotros mismos. Pero no es ese tipo de
dependencia a la que me refiero.
La "dependencia" que exploramos aquí es del tipo en el que nos
hemos vuelto dependientes de otro u otros para lo que sentimos, no física
sino emocionalmente. Es esa dependencia en la que la presencia de otro es
esencial para aliviar nuestra ansiedad y tal vez para restaurar nuestro
sentido de quién y qué creemos que somos. Muchas personas que miran deportes
cada fin de semana dependen de los demás para establecer su sentido de
"quién soy" y para estimular el estado emocional que sienten; sin
mencionar la salida al bar con los amigos después del partido. Sí, como seres
sociales están "siendo sociales", pero tal vez han ido un poco
demasiado lejos ya que se han convertido en "seres dependientes".
Si no logran tener su encuentro deportivo con su grupo, llegan a irritarse,
se ponen de mal humor e incluso se deprimen.
Lo mismo se aplica a muchas parejas. Uno se vuelve dependiente del otro y
eventualmente puede experimentar ansiedad al pensar que el otro deje de estar
presente en la relación; es el miedo a quedarse solo y la sensación imaginada
de soledad que le seguiría. O existe el temor de que el otro pueda
"amarme menos" o "prestarme menos atención". Sí,
socializan como pareja, pero al mismo tiempo tal vez han desarrollado una
dependencia. Tal vez ha estado allí desde el comienzo de la relación. ¡Quizás
haya incluso una forma de co-dependencia en la que uno depende de que el otro
dependa!
Estas no son ideas o reflexiones nuevas. Simplemente establecen el contexto
en el que entendemos que se ha formado un apego en las mentes de las
personas. El apego al equipo, a los compañeros, al juego, a la otra persona
en la relación, a los objetos en la vida, al puesto en el trabajo, etc. El
apego y la dependencia van juntos. Y donde hay algún apego con certeza el
miedo se hace presente. Miedo a la pérdida o miedo a resultar herido. Temor a
que seremos separados de nuestro apego / dependencia y ‘aislados’.
¡Hasta el momento tan obvio!
La siguiente pregunta es: ¿por qué nos apegamos y dependemos de algo o de
alguien? Vivimos en un mundo que celebra el apego...
Experto internacional en la sicología, espiritualidad y
praxis del cambio organizacional.
Presidente del Foro Global para el Liderazgo. Director
del Centro Internacional para la Autogestión.
Consultor internacional
© Mike George 2020 Abril 30 de 2020
Clear Thinking <mike@relax7.com>
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Ningun extremo es bueno, hay que gozar y encontrarnos con nosotros mismos cuando estamos solos, averiguar lo que sentimos, lo que nos gusta y al sentirnos bien nosotros salir a compartir con los demas. Yo estaria en el 2, me siento bien en ambas dimensiones y salgo y entro en ellas cuando siento que lo necesito. Gracias.
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