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Crea el próximo capítulo de tu vida.


En estos días repasando la biblioteca, miraba que libros dejar y cuales regalar. Me encontré La Metamorfosis de Kafka, de los tiempos de la universidad, La Cenicienta de Perrault, lectura para mi nieta cuando era niña y creía en hadas y princesas, y una copia de Shreck el ogro de William Steig.  Los tres me llevaron a esta reflexión, lo que tienen en común los protagonistas, el cambio.

En la Metamorfosis Gregorio pasa de un ser humano bastante corriente a un insecto desagradable, en la Cenicienta, Ella va de una niña especial, feliz y mimada, a una sirvienta y luego a una princesa y en Shreck es Fiona la protagonista del cambio, de una princesa cautiva noble y decidida, a una ogra decidida.
Cada uno vive su vida de acuerdo a las circunstancias creadas por sus autores en su imaginación. En la vida real cada uno de nosotros somos los autores. Y de cada uno depende cómo continuar la historia.

Veamos, Gregorio no es ningún superhéroe, y cuando le llega el momento de su cambio, no tiene una cualidad o virtud especial que lo haga verse menos desagradable para su familia, ya no puede ser el sostén económico de ellos. Lo que lo convierte en una carga para su familia en lugar de una solución.


Ella, en cambio, mantiene la promesa hecha a su mamá de ser bondadosa y gentil con todos, lo que llamamos, una buena persona, supera cada situación, acepta a su familia y al convertirse en princesa perdona a sus hermanastras.
Por último, Fiona, la princesa que cambia su mundo cuando acepta el amor y se convierte en ogra, pero manteniendo su esencia, es fuerte y decidida pero noble y amorosa.

Cada uno de nosotros, como autores, podemos dar a la historia el giro que deseemos, las situaciones vendrán de eso no hay duda, pero precisamente llegan para probarnos, enseñarnos o reforzar alguna creencia.

Gregorio no se creía nada especial, ni tuvo quien le dijera que lo era y así terminó.  Ella experimentó las dos caras de la moneda, sus padres amándola y ponderando sus virtudes y luego, su madrastra y hermanastras menospreciándola de muchas maneras, y en el momento decisivo, cuando pasó de sirvienta sucia a princesa, mantuvo su esencia muy bien cimentada en su infancia. Fiona sabía lo que era, aceptó el cambio externo y no solo mantuvo su esencia de nobleza, sino que la conjugó con el poder que le daba su nuevo aspecto.

Todos los días nos dicen que el mundo no será el mismo, que todo cambiará, sí, es cierto. Cada día es distinto, tú eres distinto, no eres el mismo de ayer, hoy tienes más experiencia, ves la vida con otros ojos, ese eres tú el autor pasando la prueba, aprendiendo, derribando o reforzando viejas creencias.

Cualquiera que sea el cambio al que te enfrentes, recuerda ver primero hacia dentro, no lo que te dijeron o enseñaron, mira tu verdadera identidad, quien eres y cómo eres y desde allí podrás apreciar los muchos rumbos que puede tomar tu historia. Te invito a imaginar y crear el próximo capítulo de tu vida.

Por: Carmen Alicia Fries

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