…El tercer miedo – Miedos
espirituales – Miedo
por ejemplo a Dios, miedo a lo desconocido, miedo a la tristeza, miedo a mis
propios comportamientos y acciones pasadas, miedo a mi propia deshonestidad,
siempre hay miedo a que la vida lo va a revelar. Por eso, en ese viaje
espiritual, las cosas que más ayudan es comprender las leyes universales de la
acción. Cualquier acción tiene una reacción igual y opuesta, tira una pelota
contra la pared ella regresa con velocidad, todos los días tiramos nuestros
pensamientos, actitudes, comportamientos contra la vida, ellos regresan, por
eso cuando yo hago acciones de acuerdo con la verdad tengo menos miedo. Si me
engaño a mismo y engaño a otros, podemos vivir en estado de miedo. Si realizo
alguna acción deshonesta, después viene el arrepentimiento y no tengo ninguna
paz mental. Así que, si no quiero crear ningún miedo en mi vida, la honestidad
es el mejor camino. Ser deshonesto genera miedo. Así que por un lado la espiritualidad, la meditación,
utiliza la metodología del amor de empezar el viaje para solucionar esos
miedos. En la espiritualidad hay tres relaciones amorosas para solucionar los
miedos, son como tres puentes de amor en la vida: Relaciones familiares, yo,
Dios
Primero – Relaciones
filiales Segundo – YO Tercero – Dios
La disfunción familiar de la sociedad viene de
la disfunción de mi propio yo. Si no estoy contento conmigo mismo, si esa primera
relación no es muy saludable, la relación con Dios ¿cómo será? puede que tenga
fe en Dios, pero no logro esa fortaleza, esa energía de Dios, esa única fuente
de amor verdadero. En nuestra vida las relaciones son muy importantes, pero si
hay conflicto, pérdida o muerte, si la vida entera es corta, es como si nada
quedara. Si empiezo a reeducarme, a
amarme como un alma, muy fácilmente aprenderé a conectarme con Dios.
La Meditación
realmente es enfocar mi mente en el ser y en el Alma Suprema. Entendemos que, así
como el alma es un punto, así también el Ser Supremo es un punto, yo soy un
punto que tomo nacimiento y renacimiento, yo voy y cosecho los frutos de mis
acciones, pero Dios es un Alma que está más allá del mal y del bien, Él es un
alma pura, así que meditación es entrar en la misma onda mental y reconectarse
con Dios. Mucho del miedo comienza a
irse porque todas las demás relaciones son temporales. La mayor búsqueda en la
vida es la búsqueda del amor verdadero. Ninguna relación es permanente; cambio,
conflicto, muerte… con cualquier cosa que pasa el objetivo de amor se va, así
que, cuando empiezo a explorar y experimentar esa conexión que es verdadera, el
miedo a la pérdida, la inseguridad, terminan. Es un acto de amor explorar una
conexión muy profunda y espiritual con el propio ser y con Dios. Es en la conexión
con Dios durante la meditación y realizando acciones, donde empiezo a abandonar
muchos miedos.
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