Experimentamos a Dios todos los días de nuestra vida. Lo recordamos y le agradecemos a cada paso por mostrarnos cómo vivir nuestras vidas de manera hermosa y libre de la influencia de los obstáculos. El dulce amor de Dios es como alas para nosotros, con las que podemos volar muy por encima de los problemas de la vida cotidiana. Dios dice que cuando volamos con las alas de Su amor, nos volvemos muy ligeros y libres de los qué, los por qué, los cómo y los cuándo, que surgen en nuestra mente cuando la vida nos presenta desafíos que no esperamos, ya sea en nuestra salud, relaciones, roles e incluso a través de nuestros propios sanskaras. Veamos algunos pasos para poder volar con estas alas en nuestras vidas:
1. Experimenta a Dios de cerca en las primeras horas de la mañana. Dios es un océano de amor y derrama su amor sobre nosotros durante todo el día. Pero las primeras horas de la mañana son muy especiales, cuando las vibraciones del mundo son puras y silenciosas. En ese momento, podemos conectarnos con Él y absorber su amor en nuestro corazón a través de la meditación y el estudio espiritual.
2. Haz de Dios tu más dulce compañero en cada acción. Ya sea que estés trabajando en la oficina, cuidando a tus hijos o visitando el mercado, toma la mano de Dios y permanece siempre en su dulce compañía. De esta manera tu amor por Él y Su amor por ti aumenta y te enriqueces con Su amor a cada paso.
3. Haz que tu personalidad sea pura, dulce y humilde. Dios dice que aquellos hijos Suyos que son como Él en naturaleza (puros, dulces y humildes) reciben Su amor todo el tiempo. Cuando surgen obstáculos en la vida de esos niños, Dios desciende a sus vidas y destruye esos obstáculos Él mismo y los libera de todo tipo de dolor.
4. Ten conciencia del alma en cada acción e interacción. Los hermosos hijos de Dios, el Alma Suprema, son aquellos que permanecen siempre en la conciencia del alma. Tales niños atraen el amor de Dios a sus vidas y se vuelven poderosos. Para ellos, el estrés se convierte en una realidad del pasado y vuelan ligeros por encima de los altibajos de la vida.
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