¿Te preguntas de dónde provienen las creencias que has acumulado a lo largo de tu vida? Cualquier creencia sobre la felicidad, el amor, el respeto, la ira o el estrés te fue impuesta principalmente por tu condicionamiento social. ¿Te has parado a evaluarla, a aceptar lo correcto y a descartar cualquier creencia limitante?
Cada situación se percibe a través de nuestro sistema de creencias. Literalmente, nuestro estilo de vida depende de él: la calidad de nuestros pensamientos, sentimientos, actitud, hábitos, personalidad y, finalmente, nuestro destino. Esto significa que nuestras creencias tienen una influencia dominante en nuestro destino.
No podemos permitirnos tener una sola creencia errónea. La sociedad difundió creencias limitantes como: La ira es necesaria, la felicidad está en los logros, el estrés es natural, las personas y las situaciones deciden cómo me siento, etc. Creyendo que la ira es necesaria, la usamos repetidamente. Así que, incluso si quisiéramos estar en paz, era temporal.
¿Te has parado a pensar cuántas creencias has adoptado y con las que has vivido desde la infancia? ¿Has evaluado las creencias sobre ti mismo, otras personas o el mundo antes de adoptarlas? ¿O simplemente aceptas las creencias que te inculcaron tu familia, educación, sociedad o experiencias pasadas?Nuestras creencias son la verdad absoluta para nosotros. El sistema de creencias es comparable al sistema operativo de una computadora. Impulsa nuestra vida: nuestros pensamientos, palabras y comportamiento. Mantener una sola creencia errónea puede ser muy perjudicial.
Revisemos y modifiquemos conscientemente las creencias limitantes e incorrectas que nos impiden vivir una vida plena.
Relájate y prepara tu mente para revisar y eliminar las creencias que obstaculizan tu propio crecimiento, bienestar y éxito.

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