Creemos que estar sanos nos mantiene felices. La ciencia médica ha demostrado que la felicidad nos mantiene sanos. Cada pensamiento tiene un efecto en las células de nuestro cuerpo. Los pensamientos erróneos se manifiestan en enfermedades. Para sanar el cuerpo, necesitamos sanar nuestros bloqueos emocionales. No nos aferremos a los dolores del pasado.
La actividad del sistema inmunitario fluctúa según cómo nos sintamos. Emociones como la alegría, la satisfacción, la dicha o el entusiasmo envían señales positivas al cuerpo. Esto aumenta su resistencia. Irradiar emociones negativas como la irritación, el miedo, la crítica o la ansiedad al cuerpo lo vuelve sensible y propenso a enfermar.
Desarrollar una actitud positiva puede no prevenir enfermedades, pero alivia el dolor. Cuando estamos felices, lidiamos mejor con los dolores. Cuando estamos tristes, la sanación se retrasa. La felicidad promueve un estilo de vida saludable. Elegimos mantenernos activos, seguir una dieta saludable, relajarnos bien y disfrutar de una buena salud social. Si no somos felices, ignoramos estos aspectos.
La mente tiene una influencia continua sobre la materia. Los pensamientos erróneos pueden causar enfermedades, mientras que los pensamientos correctos pueden ayudar a sanar. No me siento bien… Tengo presión arterial alta…
Tengo antecedentes familiares de diabetes. Estos pensamientos irradian energía de enfermedad. Pensar repetidamente en una enfermedad existente irradia la misma energía al cuerpo y la intensifica. Usa el poder de tus pensamientos y palabras para sanar tu cuerpo.
Crea solo pensamientos de normalidad y salud perfecta para que tu cuerpo vuelva a su estado normal.
Haz una pausa hoy para sanar tu cuerpo con pensamientos correctos y palabras poderosas: Mi cuerpo está perfecto y saludable.
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