Cuando vienen situaciones difíciles, usualmente vienen muchas preguntas a mi mente. Me cuestiono sobre el porqué de la situación y no tengo respuestas. Estas preguntas usualmente no me permiten solucionar los problemas, lo que me genera pensamientos inútiles.
Además, siento que tengo muchas cosas que hacer en muy poco tiempo, lo que me hace sentir abrumado y cansado. El cansancio nubla la mente, drena mi energía y como resultado, no hay eficacia. Cuando esto ocurre, recuerdo un slogan: no tengo que vivir en un estado de cansancio.
Para superarlo, tiendo a pensar: 'tengo exactamente el tiempo adecuado para hacer lo que tengo que hacer'.
Necesito entender la importancia del tiempo que tengo en mis manos. Al reconocer el valor de mi tiempo, no lo desaprovechare en pensamientos innecesarios y trataré de encontrar una solución a cada problema.
Si no hubiese solución a un problema en particular, al menos trataré de parar de pensar innecesariamente y tan solo aceptarlo.

Comentarios
Publicar un comentario