Para crear paz en el mundo, el primer paso es hacer una exploración espiritual: descubrir aquello que le permite estar pacífico, identificar y calmar aquellas emociones producidas por la cotidianidad. Reconocer pensamientos y sentimientos autodestructivos que se tornan en hábitos negativos.
Visualice una pequeña estrella, un minúsculo punto de luz de energía espiritual en el centro de su frente. Allí brillando, experimente el brillo de esa pequeña estrella dentro del cuerpo físico. De esa estrella, emerge paz y tranquilidad, que le permitirá disolver el malestar, el miedo y el odio.
Permita que emerja su paz interior. Ésta se reflejará en su comportamiento, acciones y relaciones personales.
Experimentar la paz interna cambia la idea de paz mundial a una realidad posible. Cesa de acusar a los demás por nuestra falta de paz y avanzamos en el trabajo de cultivar nuestra verdad.

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