Practica la Pausa ante una Situación Difícil
Una respuesta común ante situaciones negativas es pensar más de inmediato, lo que genera prisa en las acciones. Detener lo que estés haciendo y generar pensamientos de paz, positividad y poder en ese momento ayuda a calmar los pensamientos y a mantenerlos enfocados y libres de prisa.
Comienza tu día con Meditación y Silencio
La mejor manera de calmar tus pensamientos durante el día es comenzar con una profunda conexión con Dios: el Océano de Paz y Silencio. Por la mañana, nuestra mente está muy fresca y si la silenciamos con la meditación en ese momento, todo el día se ve influenciado por eso, nos apresuramos menos y trabajamos más.
Reflexiona profundamente y reorganiza tu tiempo mentalmente. Nos apresuramos cuando de repente se nos presenta una situación que exige más de lo que estamos acostumbrados. En esos momentos, sentimos que tenemos muy poco tiempo y nos apresuramos. En lugar de eso, necesitamos reflexionar sobre nosotros mismos y optimizar el tiempo siendo flexibles, para luego retomar nuestro trabajo con un nuevo horario de tareas. Esto reducirá nuestra prisa.
Experimenta la presencia de Dios por unos momentos y acepta su guía.
A veces, cuando estamos en el trabajo o en familia y hay mucho que hacer, tareas pendientes y plazos, es bueno conectar nuestra mente e intelecto con Dios y aceptar su guía. Esto nos da estabilidad y nos libera de la prisa, además de hacer que nuestra mente sea más organizada y eficiente.
Lee y escucha solo lo necesario.
Una de las razones por las que nuestros pensamientos están más presentes todo el tiempo y nos sentimos cansados y apurados es que comenzamos el día con el periódico y la televisión, y durante el resto del día pensamos y hablamos mucho sobre lo que hacen los demás, lo cual no es necesario. Necesitamos evitar esto y leer, hablar y escuchar de forma más positiva y económica.

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