La felicidad es un estado mental y no algo basado en influencias externas. Por ejemplo, escuchas una gran noticia: te han ascendido en tu oficina. Eso te hace sentir muy bien y te da felicidad. No hay nada malo en eso, pero cuando nuestra felicidad comienza a depender de esos eventos, es cuando la base de nuestra felicidad es incorrecta.
Después de escuchar una noticia positiva, un día te dicen que tu equipo deportivo favorito ha perdido la final de un torneo muy famoso. Ves que tu equipo pierde y de repente tu felicidad se pierde.
Así que disfruta de los eventos positivos, pero no pienses que la vida no tendrá sus eventos negativos listos para reducir tu felicidad, si tu felicidad se basa en la base incorrecta.
Entonces, ¿cuál es la manera correcta de ser feliz? Disfrutar de todo lo que la vida tiene para ofrecer, de todas las cosas buenas, pero no hacer que tu felicidad dependa de ellas. Además, si eres verdaderamente feliz internamente de esta manera, según los principios espirituales, entonces ese evento negativo ocasional, ese accidente impactante en la carretera o una pérdida repentina de riqueza tampoco te perturbarán.
La felicidad constante viene al aumentar los tesoros espirituales internos de uno, como la paz, el amor, la sabiduría y el poder, y no de los eventos externos. Eso no significa que los eventos externos no te hagan feliz. Lo harán, pero no te dejes controlar por sus altibajos, cuando ocurren.
Además, al aumentar tus tesoros, permaneces feliz incluso cuando hay una situación negativa en tu vida. ¡Eso es vivir la felicidad de la manera correcta!
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