Ya seamos el jefe de una familia o de un equipo en nuestra oficina, a veces nos sentimos inseguros a la hora de delegar responsabilidades en otras personas y buscamos mantener la responsabilidad en nosotros mismos. Comprueba si dudas en delegar responsabilidades en otras personas. Puede que disfrutes de lo que haces, tengas miedo de ceder el control, no puedas confiar en que las personas hagan un buen trabajo o te sientas amenazado de que la otra persona pueda desempeñarse mejor que tú.
2. Proporcione a las personas todos los recursos y permítales hacer las cosas a su manera. No interfiera en su estilo de trabajo. Esté disponible para brindarles todo su apoyo e intervenga solo si buscan orientación o si las cosas van mal.
3. La delegación también está en la mente. Libérate del apego a cómo deberían ser las cosas. Abre tu mente a la posibilidad de que las cosas se hagan de otra manera, de una forma nueva. No generes dudas ni miedo sobre las formas de hacer de los demás. Empodéralos con vibraciones de fe y éxito.
4. Pueden cometer errores, guíalos con amor y respeto. Tu energía de confianza y aceptación ayuda a las personas a dar más de lo que pueden para asegurar el éxito de la tarea en cuestión.
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