Deja de correr la carrera… disfruta el momento presente (Parte 4) |
También es importante mantener la mente equilibrada mientras trabajamos en algo. La ira, la agresión, el ego o la codicia pueden crear un desequilibrio en nuestros pensamientos. Cuando experimentamos ser nosotros mismos y nos sentimos cómodos con la vida, sentimos la energía para aventurarnos en todo lo que sea posible. Si somos capaces de equilibrar el esfuerzo con facilidad, todavía avanzamos hacia nuestras metas y con la misma cantidad de aspiración, pero al mismo tiempo, apreciamos el fluir de la vida con ello. Cuando somos capaces de darnos cuenta de que, en última instancia, son virtudes como la alegría, la libertad y la felicidad las que son importantes para nosotros, estas virtudes actúan como una brújula que nos ayuda a dirigir nuestros esfuerzos hacia nuestras metas con más paz y compostura. Estar en contacto con nuestros valores originales y sentimientos positivos en cada situación nos ayuda a tomar decisiones de vida correctas. Cuando los esfuerzos van acompañados únicamente de una pérdida de apego a la meta, experimentamos un flujo. Nos surgen personas, lugares u oportunidades perfectas, sin sentir que se ha puesto demasiado esfuerzo en ello. Este éxito puede parecerlo o no para todos, pero para nosotros lo será. Practicar la meditación y el desapego puede ayudarnos a permanecer en la conciencia del alma y enfatizar la experiencia del ser por encima del hacer . Nuestra salud, bienestar interior y propia definición de éxito es más importante que cualquier trabajo, salario, título o la opinión de cualquier otra persona sobre nosotros. Por lo tanto, podemos crear conscientemente una situación de paz y felicidad, donde se controle la creciente marea de expectativas. Entonces ya no nos preocupan las necesidades insatisfechas e incluso las experiencias más ordinarias se vuelven placenteras. |
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