Por Elsa María Fríes
El mundo de hoy tiene demasiados motivos de tristeza y sufrimiento: narcotráfico, trata de personas, tráfico de migrantes, blanqueo de capitales, estafas financieras y corrupción. También el ransomware, el phishing, las estafas por Internet y la piratería informática en ciberdelincuencia, todos estos delitos afectan a múltiples regiones del mundo. Además, en lo cotidiano la gente padece de robos, asaltos, extorsiones, fraudes, amenazas y violencia de muchas maneras.
Es claro que los lideres del mundo de hoy han sido incapaces de contener tal cantidad de delincuencia y también que crear un mundo mejor depende de una nueva visión, de nuevas ideas, y de un nuevo liderazgo basado en valores universales para lo cual se necesitan personas renovadas a través de la educación del ser interior del Raja Yoga.
La educación del ser que promueve la filosofía Raja Yoga de Brahma Kumaris tiene un ideal de persona a partir de la pureza de las almas, por ello tiene por objetivo transformar a las almas impuras y ayudarlas a pasar de una vida de atadura en los vicios -ira, lujuria, avaricia, ego y apego-, a una vida de realización plena de las virtudes originales -paz, amor, benevolencia, libertad y autorrespeto- expresadas en relación consigo mismas, con los demás, con la comunidad y con el mundo en general.
La educación del Raja Yoga enfoca su atención en la educación del yo, del ser interior, del alma, del espíritu, el cual tiene tres facultades sutiles, mente, intelecto y rasgos de personalidad, las cuales pueden educir los valores originales a partir de actividades como: el silencio introspectivo, el pensamiento positivo, el recuerdo constante de Dios, la visualización creativa, el conocimiento espiritual, la reflexión y el diálogo, la introyección de conductas y comportamientos positivos a nivel individual y las acciones positivas de grupo social.
Lo anterior permite al estudiante percibir el yo verdadero, tener una visión de la bondad original del ser, en especial de las cualidades de amor y paz que hacen al ser más puro y feliz. Igualmente promueve la generación de buenos sentimientos tanto por el propio ser como por los demás. Orienta hacia las metas más elevadas y los más grandes propósitos, desde lo cual se pueden generar nuevas visiones de un mundo mejor. Igualmente facilita la construcción de conductas positivas y el desarrollo de una personalidad cimentada en los más grandes y profundos valores, con lo cual el estudiante se abre a los demás y al mundo compartiendo, comprendiendo y construyendo el nuevo mundo conjuntamente con otros de una manera cooperativa y en visión de igualdad fraternal.
Podemos visualizar La Civilización de los Valores, basada en el nuevo Ser, donde todos somos parte armónica del ecosistema, donde la agricultura sea biológica y el trabajo se elija en base al ser, donde la vida propia tenga un gran sentido y valore igual la de los demás, donde los mas altos intereses de la comunidad prevalezcan sobre intereses personales ególatras, donde libertad, respeto, felicidad, amor y demás valores se vivan en lo cotidiano y no solo sean palabras con las que sueña una sociedad sufrida y dolida como la actual.
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