La espiritualidad es una introducción a la sabiduría del alma, a Dios y a las diferentes dimensiones de nuestra vida, como qué acciones son correctas y cuáles son incorrectas, cómo podemos forjar un futuro hermoso mediante la elección correcta de acciones basadas en las creencias de la consciencia del alma y cómo podemos integrar una relación positiva con Dios en nuestra vida diaria. Exploremos por qué necesitamos la espiritualidad en nuestra vida actual y cómo puede marcar la diferencia.
Vivimos en un momento en el mundo en el que las situaciones negativas aumentan rápidamente y, al mismo tiempo, nuestra resiliencia interior, o la capacidad para afrontarlas, se reduce debido a la disminución del poder del alma. Estos dos factores aumentan nuestros niveles de estrés y dificultan cada vez más nuestras vidas. La espiritualidad es la única solución que puede reducir nuestros niveles de estrés y hacernos la vida más fácil.
Además, como hemos vivido a un ritmo acelerado, la calidad de nuestros pensamientos, salud, riqueza, relaciones y roles se ha reducido, y nos encontramos preocupados y tristes porque estas cinco dimensiones requieren nuestra atención una y otra vez. Solo escuchar la sabiduría espiritual y practicar la meditación puede resolver todas estas dimensiones y liberarlas de todos los problemas.
Nos encontramos en el momento presente, según la sabiduría del eterno D
rama Mundial otorgado por Dios, al final de nuestro viaje espiritual de múltiples nacimientos, cuando el alma, tras un largo viaje, ha perdido su sabiduría, cualidades, poderes y habilidades, y ya no es pura, positiva ni poderosa. Al conectarnos con Dios, podemos llenarnos de todo esto y comenzar un nuevo viaje espiritual de múltiples nacimientos, tras regresar al mundo del alma por un breve período.
Hoy en día, nos hemos apegado tanto a nuestra identidad física que debilidades como la lujuria, la ira, la codicia, el apego, el ego, los celos, el odio y el miedo se han convertido en nuestra naturaleza natural. Además, hemos perdido nuestra conexión interior con el ser espiritual y con Dios, el Alma Suprema. Solo la espiritualidad puede purificar el alma y liberarla de todas estas dolencias o enfermedades espirituales.
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