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Reflexiones a la luz del Raja Yoga: Las facultades del alma

Cuando el alma está en el cuerpo se manifiesta por medio de tres facultades. Aunque a cada facultad se le puede dar un nombre diferente, de hecho, es la misma energía, el alma, que funciona en tres niveles distintos simultáneamente. Estos son la MENTE, el INTELECTO y las SANSKARAS. 





LA MENTE

Es la facultad que posee el alma para pensar. Es la mente la que imagina, piensa y forma ideas. El proceso del pensamiento es la base de todas las emociones, deseos y sensaciones. Es por medio de esta facultad que, en un segundo, es posible proyectar pensamientos a lugares distantes, se pueden revivir experiencias y emociones pasadas o incluso anticipar el futuro. La mente experimenta los cambios de ánimo. La mente es una facultad del alma metafísica que no ha de confundirse con el corazón o el cerebro.


EL INTELECTO

Se utiliza para juzgar, calcular y valorar los pensamientos. Está facultad del entendimiento que toma decisiones sobresale como la más crucial de las tres. Profundizando y ampliando el intelecto, el entendimiento claro y la comprensión del conocimiento se hacen naturales. El poder de decidir  y razonar se aclara. Es el intelecto el que recuerda, discierne, juzga y ejerce su poder en forma de voluntad.


LAS SANSKARAS

Sanskaras es una palabra en hindi que de la mejor manera describe lo que nosotros llamaríamos "impresiones" o "mente subconsciente" y que son el registro de todas las experiencias y acciones pasadas del alma. Las sanskaras pueden tomar la forma de hábitos, talentos, temperamentos emocionales, rasgos de la personalidad, creencias, valores o instintos. Cada acción como una experiencia, crea una sanskara: comienza un hábito o refuerza uno viejo.

Cualquiera que sea la impresión que se graba en el alma, permanece en ésta formando un archivo completo de todas las experiencias que ha tenido. Cuando hablamos de defectos, especialidades o virtudes, nos estamos refiriendo a las sanskaras. Las sanskaras son la base de la individualidad del alma.

El funcionamiento de estas tres facultades del alma en conjunto se puede ilustrar al ver cómo se forman los hábitos. Tomemos como ejemplo el hábito de tomar café:

 Al ver a otras personas disfrutando de tomarse un café y de cómo se sienten despiertos y alertas, puedes tener el pensamiento: “tendría que probar el café”. Tu intelecto evalúa lo correcto de este pensamiento basado en la evidencia de lo que hacen otras personas y la aparente experiencia. Tomas la decisión de tomarte un café para experimentar lo qué pasa.

Entonces experimentas el sentirte despierto y alerta y aparentemente puedes hacer muchas cosas. Esto crea una impresión o memoria en el alma, semejante a tallar una ranura en un trozo de madera. A esta ranura se le conoce como sanskar. Esta ranura contiene la memoria de a) la acción de tomarse el café y b) la sensación de estímulo y de sentirse alerta.

Cuando te encuentras en una situación de presión o tensión, cuando necesitas estar alerta o trabajar más tiempo, ésta sanskar y la memoria de la acción se estimulan, emergiendo en la mente las sensaciones que la acompañan, lo cual desencadena el pensamiento o deseo de tomarse otro café.

El intelecto lo justifica y la nueva acción de tomarse un café profundiza la sanskar. Al final la mente sobrepasa al intelecto y va directamente del pensamiento a la acción. El tomar café se convierte en una respuesta automática a cualquier tensión o situación en que uno necesite estar atenta, y así se forma el hábito. Tomarse un café puede convertirse en parte natural de cada mañana y de la vida en general. Sin embargo, lo que puede pasar es que al final puedes necesitar más tazas de café para lograr un cierto nivel de experiencia y no puedes imaginarte la vida sin el empujón del café.

Sin embargo, aunque el café te da una sensación de estímulo temporal te encuentras atrapado(a) por tres razones: primero, porque has reprimido tu intelecto y la habilidad de tomar una decisión. Segundo, porque intuitivamente  te das cuenta de que no deberías ser esclavo de ningún hábito, y tercero, porque tu conciencia te dice que tomar café no es bueno para la salud, especialmente para el corazón. Por consiguiente, tú te estás haciendo daño a nivel tanto espiritual (el alma) y físico (el cuerpo). Has perdido el control y te sientes sin el poder de cambiar.

El alma lleva consigo toda la experiencia y memorias de su vida. La mayoría de estas memorias se almacenan en el subconsciente. La personalidad se forma con todas esas experiencias y memorias del subconsciente y eso es lo que nos hace únicos. Así como el cuerpo tiene brazos y piernas para manejar la vida en el mundo físico, yo, el alma también tengo ciertas facultades que utilizo para manejar la vida en el mundo de pensamientos, sentimientos y opciones.

Obsérvate y reconoce cada una de tus facultades.

Te dejo este link en donde podrás ver un video de Quién soy yo, realizado por Brahma Kumaris  https://youtu.be/i5wlZyHgqGk

Por BK Claudia Veloza


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