Ir al contenido principal

Meditación: Sobreponerme al desánimo

 Más de uno de los que están leyendo este comentario de Meditación han pasado por situaciones que los hacen sentir desanimados…hay momentos en los cuales, como que bajamos de nota, ¿cierto?  Que no tenemos aliento, como que nos sentimos bajos de energía y el ideal de todos es mantenernos muy constantes, muy estables, con ánimo, con entusiasmo. Y ese es el objetivo.

Por lo tanto, importante también saber que ese desánimo comienza a surgir debido a experiencias por las cuales hayamos pasado durante el día o en días anteriores, o eventos con otras personas, no tuvimos un diálogo adecuado… entramos en dificultades, en conflictos, no supimos entender, porque de pronto no supimos expresarnos, en fin, muchas circunstancias. 

Y más allá de eso, un aspecto para entrar mucho en el desánimo es que uno comienza a recordar esa escena que vivió, ya sea con una persona, ya sea con algo que sucedió, no salieron las cosas como yo esperaba, en fin.

Entonces uno comienza a darle vueltas ahí en su mente a esa serie de pensamientos, y uno mismo se encarga de generarse esa negatividad, ese malestar, ese pesar, esa tristeza y entonces nuestra energía comienza a bajar, y ahí es cuando entramos en ese desánimo en donde como que no queremos hacer nada, todo nos parece inadecuado, todo nos parece como aburridor. 

Pero en la medida que vamos reconociendo esto… ¡ese es el gran paso! darnos cuenta, e inmediatamente hacer algo para salir de ese estado, cambiar de actividad, leer algo que nos anime, que nos levante y no cosas que nos hagan caer más en esa tristeza, en ese desánimo, en esa falta de energía. Por lo tanto, importantísimo que lo que tú hagas, lo que tú observes, lo que tú escuches, lo que tú hables, sea todo lo contrario, o sea, algo que te anime a salir de ese estado, que te alegre, que te entusiasme. 

Está en nuestras manos salir de ese estado y por eso, sobreponernos a ese malestar.

 


Ahora…vamos a relajar el cuerpo…a ir soltando esa tensión acumulada a lo largo de  este día o de estos días…voy a inhalar profundamente…y a exhalar…nuevamente inhalo y exhalo…y voy a ir soltando toda la tensión acumulada en los pies…suelto…relajo los músculos de los pies…suelto las piernas…toda la tensión acumulada en esta parte de mi cuerpo… la cadera…la espalda… suelto todo el cansancio que se acumula allí… en los hombros… en los brazos… en las manos y los dedos…

Y siento cada vez más, como mi cuerpo está menos tenso… relajo también el cuello, la cabeza… Y voy sintiendo como mi cuerpo está más relajado…y poco a poco voy a entrar en ese mundo interno…voy a conectar con esa voz interna…con mi esencia de luz…con mi ser espiritual…con quien soy en realidad, el alma…y para ello, puedes enfocarte en el centro de tu frente… el que en Oriente le llaman el tercer ojo…ese tercer ojo es el estado de conciencia que hemos de despertar… y que vamos despertando poco a poco, en la medida en  que nos vamos conociendo en realidad… 

En realidad somos seres espirituales…almas… el alma habita en este cuerpo…tan solo al tener este conocimiento y esta claridad…comienzas a reconocer en donde está tu verdadera fuerza…tu verdadera energía…y cómo recuperas tu ánimo…  decaemos cuando empezamos a identificarnos con lo material…con lo temporal… 

Así que, en estos minutos centra la atención en el centro de la frente en el entrecejo…y déjate llevar por la luz que eres…y si de pronto en estos momentos te encuentras bajo de nota…en gran desánimo… suelta ese malestar y deja que tu mente se estabilice en pensamientos de paz…de calma…de serenidad… conecta con el silencio de la divinidad… no con el silencio de la soledad, del vacío, de la tristeza…o del pesar…conecta con el silencio espiritual que te trae la bondad… y que te permite emerger tu esencia verdadera en este estado…así haya circunstancias externas negativas… en desarmonía, podrás sobreponerte a todo  ello…porque estás enfocada, enfocado en tu conciencia eterna… en quién eres en realidad y al estar estable en este estado no hay ningún desánimo…lo contrario…lo que hay es bienestar, levedad, libertad…confianza…fe…y las ganas de continuar…de ser alegre…de emprender…de crear…de vivir… 

Y, si en algún momento llegas a pasar por estos momentos de desaliento, de desánimo…recuerda que por naturaleza eres un ser alegre… pacífico… entusiasta… Esa es tu verdadera esencia… ese es tu verdadero estado…en esos momentos, recuerda quién eres y concentra toda  tu atención en tu maravilla espiritual, en tu ser interno…y restablécete poco a poco de ese estado de desánimo… 

Ahora, poco a poco… vas a hacerte consciente de tu respiración…cómo el aire entra y sale…vas sintiendo las diferentes partes de tu cuerpo… y regresas a tu a tu lugar…conservando este estado pacífico, estable, armonioso…

OM SHANTI…

Comentarios