Ir al contenido principal

El único deseo de perfección acaba con todos los demás deseos

El deseo de perfección trae consigo la capacidad de seguir aprendiendo de todas las situaciones. 

Hay algo nuevo que aprender y por eso no hay otros deseos. 

Dado que la mente está ocupada con la consecución de la perfección, no hay tiempo para el desperdicio y la negatividad. 


Existe la capacidad de transformar lo negativo en positivo.

El amor por la perfección me hace experimentar un progreso constante. 

No pienso en lo que tengo que conseguir, sino que sigo alcanzando en cada momento y en cada situación. 

Entonces soy naturalmente libre de todos los demás deseos.

Comentarios