Cuanto más alto es el objetivo, más obstáculos se encuentran en el camino.
Así como un ídolo perfecto es aquel que ha sido cincelado en gran medida, cada obstáculo viene a eliminar uno u otro defecto de adentro.
Quien comprende este pequeño secreto, puede usar cada obstáculo como un hermoso aprendizaje para crecer y una oportunidad para expresar las mejores cualidades desde adentro.
Cuando me comprometo a sacar a relucir mi propia perfección interior, las situaciones temporales que se me presentan nunca me desaniman.
Sigo adelante con confianza, tomándome el tiempo para mirar dentro y reconocer el potencial oculto dentro de mí.
Soy capaz de acercarme cada vez más a la perfección que
siempre busco.
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