Cuando hay pensamientos de calidad, los pensamientos no son muchos, pero cada pensamiento es especial.
Los pensamientos de calidad se reflejan en palabras de calidad y acciones de calidad.
Reducen el cansancio y el descuido ya que los pensamientos son menores en cantidad.
Cuando tengo pensamientos de buena calidad, experimento dulzura, felicidad y
respeto por mí mismo.
Soy capaz de reconocer mi propia grandeza y avanzar con
liviandad en todas las circunstancias.
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