Por Elsa María Fríes
Desde la perspectiva espiritual del Raja Yoga, el alma divina no es una abstracción distante ni una entidad inalcanzable, es una presencia viva, consciente y profundamente amorosa que habita en el núcleo de cada ser humano. Su naturaleza esencial se manifiesta, entre otras, en tres cualidades radiantes: el amor puro, la misericordia ilimitada y la generosidad del corazón, estas cualidades son expresiones del estado original del alma cuando está conectada con la Fuente Suprema.
Amor: La vibración original del alma
En este conocimiento, el amor no se define como apego ni emoción pasajera, sino como una energía silenciosa, estable y expansiva, es el estado natural del alma cuando está libre de deseos y expectativas, irradiando aceptación y benevolencia hacia todos los seres.
El amor divino de la Fuente Suprema no discrimina ni se agota, es como el sol que brilla sobre todos sin pedir nada a cambio y practicar Raja Yoga es reconectar con la Fuente Divina del amor y con ese amor interior, permitiendo que fluya hacia uno mismo y hacia el mundo.
Misericordia: La compasión que transforma
La misericordia, en este camino, no es lástima ni indulgencia, sino una comprensión profunda del sufrimiento humano desde una conciencia elevada, surge cuando el alma ve más allá de las acciones externas y reconoce la ignorancia espiritual que las causa, el yogui misericordioso no juzga, sino que sostiene con su vibración de paz y comprensión, ayudando al otro a despertar su propia luz, esta misericordia se cultiva en lameditación, al conectar con el Alma Suprema, el Océano de Misericordia.
Corazón Generoso: Dar es recibir
La generosidad espiritual no se mide en objetos materiales, sino en la capacidad de compartir virtudes, tiempo, atención y poder espiritual, el alma generosa da porque está llena, su dar no la vacía sino que la expande.
En el conocimiento espiritual, se enseña que cuanto más uno da desde el corazón, más recibe de la Fuente Suprema, esta generosidad es el puente entre el amor y la misericordia, el alma da lo que el otro necesita, sin esperar reconocimiento.
La Conexión con el Alma Suprema
El Raja Yoga propone una relación directa con el Alma Suprema, el Ser de Luz que encarna estas tres cualidades en su forma más pura. Meditar en silencio, recordando al Padre espiritual, permite que el alma humana absorba estas vibraciones y las refleje en su vida cotidiana, así, el practicante no solo habla de amor, misericordia y generosidad sino que se convierte en su encarnación viviente de esas cualidades. El amor, la misericordia y la generosidad no son metas lejanas, sino memorias dormidas en el alma, la meditación del Raja Yoga es el arte de despertar esas memorias, de volver al hogar espiritual donde estas cualidades reinan y en ese retorno, el alma no solo se transforma a sí misma, sino que se convierte en instrumento para sanar y elevar al mundo.

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