Si hoy haces una introspección sobre tu éxito, ¿qué factores considerarías? ¿Tus logros, posesiones y posiciones? ¿O tus cualidades y virtudes inherentes? Siempre buscamos oportunidades de éxito en el exterior. Pero el éxito se trata de quién soy yo, el ser, y no solo de mis acciones. Cada vez que usamos nuestras cualidades de paz, amor y felicidad, tenemos éxito. Cada vez que cooperamos, mostramos amabilidad o construimos una relación hermosa, tenemos éxito. No nos etiquetemos como un fracaso solo por no haber podido lograr algo.
El arrepentimiento, la insatisfacción, el miedo y la culpa son barreras para el éxito. Además, el cerebro y el cuerpo lo aceptarán como nuestra realidad y los fracasos se repetirán. Cuando tenemos éxito internamente, podremos pensar, hablar y comportarnos correctamente. Nuestra energía interior se corresponde con nuestros deseos y crea éxito físico en el exterior. Empieza a creer y a decir: «Soy un ser poderoso. Puedo hacer lo que elija. Mi éxito es seguro».
Todos tenemos nuestras propias creencias y definiciones sobre el término éxito. Muchos buscamos el éxito porque creíamos que nos daría felicidad, ya que siempre hemos buscado la felicidad en nuestros logros. Así, dijimos: «Quiero ser un profesional corporativo exitoso; me consideraré exitoso cuando tenga x cantidad en mi cuenta». Veíamos el éxito en términos de lo que poseíamos: cualificación, nombramiento, relaciones, salud física, estatus social, reconocimiento, saldo bancario, propiedades, etc.
Un aspecto de nuestro éxito reside en nuestras acciones, y hay otro aspecto que reside en nuestro interior, en nuestros sentimientos: el éxito en términos de estabilidad emocional, bienestar emocional, felicidad y satisfacción. Si tenemos éxito exteriormente, no necesariamente seremos felices interiormente. Pero cuando somos felices, siempre estaremos satisfechos. Esta energía nos ayudará a tener éxito exteriormente. Así que hoy, deja ir cualquier creencia limitante que tengas sobre tu capacidad para el éxito. Tus

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