Sabemos lo valioso que es ser conscientes de nosotros mismos y tener una idea clara de nuestras fortalezas y debilidades. Nos ayuda a comprender cómo nos relacionamos con el mundo, por qué nos comportamos de cierta manera y qué aspectos de nuestra personalidad necesitan cambios. Sin embargo, a menudo nos cuesta identificar nuestras propias fortalezas y debilidades, pero podemos señalar rápidamente los aspectos positivos y negativos de las personas cercanas, de quienes apenas conocemos o incluso de quienes nos desagradan.
2. No dedicamos suficiente tiempo a observarnos a nosotros mismos. Hoy en día, enumerar 5 de nuestras fortalezas y debilidades nos lleva más tiempo, pero enseguida mencionamos las de familiares o amigos. Conocer a los demás o desear que cambien no sirve de nada; no están bajo nuestro control. La única persona que podemos cambiar es a nosotros mismos.
3. Dedica 5 minutos cada mañana a ti mismo. Reflexiona sobre los pensamientos y comportamientos que te hacen sentir cómodo, que irradian la energía adecuada y te brindan los resultados deseados. Esas son tus fortalezas. Cultiva esa cualidad. Por el contrario, cualquier vibración que te incomode es una debilidad. Puedes trabajar para superarla.
4. Desarrollar una buena relación contigo mismo y conocer tus fortalezas y debilidades te ayuda a mejorar constantemente. Recuérdate: me conozco. Uso mis buenas cualidades siempre y con todos. Soy consciente de mis debilidades y estoy listo para cambiar.

Comentarios
Publicar un comentario