Rompiendo el ciclo de intercambio de energía negativa (Parte 1)

 

Siempre hay una o dos personas en nuestras vidas, el solo hecho de estar en compañía de ellas nos incomoda y casi todo el tiempo harán algo o percibiremos que hacen algo, de tal manera que nos irrita. . En lugar de simplemente adaptarnos a la naturaleza de la otra persona, nos encontramos atrapados por su naturaleza y acciones basadas en esa naturaleza repetidamente, aunque en ocasiones esa no sea la intención de la otra persona. Los efectos de estos sentimientos negativos, en forma de reacciones, creadas por nosotros a cambio, serían limitados si se limitaran a nosotros y nos causaran malestar sólo a nosotros. Pero lo que hacen estos sentimientos es que inician un ciclo de acciones y reacciones negativas dentro de nosotros, mediante el cual esos sentimientos dañinos siguen llegando a la otra persona. Al recibir esta energía, la otra persona a su vez comienza a percibirnos negativamente y reacciona o piensa en nosotros de manera similar y comienza una guerra fría emocional entre nosotros y la otra persona. De vez en cuando se intercambian pensamientos, sentimientos, actitudes, palabras y acciones negativas entre sí y se crean ataduras o cuentas kármicas negativas con la otra persona. Estas cuentas kármicas negativas se hacen cada vez más fuertes. En tal escenario, incluso si nosotros o la otra persona, de vez en cuando, actuamos o reaccionamos de manera positiva a nivel físico o no físico, eso hace poco para romper el vínculo negativo y hacer que la relación sea positiva. Esto se debe a que un poco de positivo va acompañado de mucho negativo, y lo que puede hacer es sólo diluir un poco lo negativo pero no eliminar sus efectos por completo. Entonces, ¿cómo rompemos este círculo vicioso de intercambio de energía negativo? Discutiremos algunos métodos para eso en los mensajes de los próximos días.