2. Tómate un tiempo cada mañana: lo más común que hacen muchas personas es comenzar el día leyendo el periódico, revisando sus teléfonos móviles o viendo la televisión. Esto drena nuestros tesoros espirituales y nos debilita espiritual y emocionalmente, lo que reduce nuestra felicidad. En lugar de eso, debemos dedicarnos al menos 30 minutos por la mañana para recibir empoderamiento espiritual. Esto nos hará sentir satisfechos y felices todo el día.
3. Recuerda un punto de sabiduría durante todo el día: todos los días mantén un punto de sabiduría en tu conciencia y haz tres cosas con él: piensa en ello profundamente y comprende bien su significado, ponlo en práctica en cada pensamiento, palabra y acción y, por último, compártelo con todas las personas que conozcas. Esto te mantendrá feliz y ligero siempre.
4. Habla contigo mismo y mantente libre de preocupaciones - Una buena manera de sentirte feliz todo el día es estar libre de todas las cargas y entregar todos los problemas de tu vida a Dios. Cuanto más hagas eso, más Dios te protegerá en cada situación y nunca perderás tu felicidad en ningún momento de tu vida. Tener una conversación de corazón a corazón con Dios de vez en cuando durante el día, dentro de su mente, le ayudará a experimentar a Dios de cerca.
5. Respeta a todos y habla amablemente de todos. Para experimentar ligereza y felicidad constante, comienza a respetar a todos desde el corazón e irradia buenos sentimientos y buenas palabras sobre ellos a todos los que te rodean. Cuanto más hagas eso, más sus cualidades comenzarán a convertirse en tus propias especialidades y te sentirás más lleno, más feliz y sonreirás en cada momento.
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