El karma es la energía que enviamos al mundo en forma de pensamientos, palabras y acciones. Es como una flecha que disparamos, que dará en el blanco y luego regresará a nosotros. La energía que regresa será nuestro destino: nuestra salud, nuestra carrera, nuestras relaciones, las situaciones que se nos presentan a diario. Muy a menudo nos encontramos con que nos sentimos como si siempre hubiéramos sido buenos con todos, entonces ¿por qué las cosas no nos están sucediendo bien? Empezamos a cuestionar la Ley del Karma, no parece ser muy justa. La Ley del Karma es una ley espiritual, es decir, una ley aplicable al alma. Soy yo, el alma, la que ha realizado el karma, no el cuerpo. Un alma está en un viaje y el cuerpo es el traje físico que usa para realizar el karma. En cada disfraz nos encontramos con otras almas y tenemos conexiones kármicas con ellas. A medida que pasa el tiempo, tanto nosotros como ellas cambiamos de disfraz, pero recordemos que es solo un disfraz: la conexión kármica ...
Paso 4 – Entregué mi control interno a otra persona… Tómalo en tus manos – El estrés es causado comúnmente porque permitimos que otra persona o situación controle nuestros pensamientos, sentimientos y actitudes. Imagina que te dijeran que en todo el día levantarías tu mano o cerrarías tus párpados cuando alguien te lo dijera. ¿Ese pensamiento no te haría sentir incómodo? No permitas que otra persona o una situación externa controlen tus pensamientos, que dan lugar a tus sentimientos y actitudes. Toma el control en tus manos. Lo que eso significa es que creamos nuestros pensamientos, pero no permitimos que sean reacciones negativas a las acciones de otros o a los cambios de eventos a nuestro alrededor. Las personas serán negativas y las situaciones no serán como yo deseo a veces, pero mis pensamientos deben ser positivos, pacíficos y poderosos en todo momento. El estrés desaparecerá cuando comencemos a ser nuestros propios amos en cada momento. Así que crea una afirmaci...