Comprueba tu coeficiente de adaptabilidad

Cuando necesitas cambiar un hábito, un estilo de vida, un trabajo, una casa, una ciudad, un círculo social o cambiar tus pensamientos, emociones y actitud, ¿qué tan abierto estás al cambio? En un mundo de cambios rápidos en las personas y los acontecimientos, la adaptabilidad es una cualidad fundamental que debemos poseer en todo momento.

1. Todo lo que haces repetidamente se convierte en un hábito. Una vez que creas un hábito de quién eres, qué haces, cómo trabajas, dónde vives y con quién interactúas, te estableces en una zona de confort. El día que cualquiera de estas cosas cambia, te exige adaptarte a la nueva realidad. ¿Con cuánta disposición te adaptas?

2. Cuando hay un cambio a tu alrededor, necesita haber un cambio dentro de ti: una preparación interna. Tu mente podría decir: «No me gusta este cambio» . Enséñale que has creado tantos cambios en la vida, que este es solo uno más.

3. En lugar de aferrarte a las zonas de confort creadas por experiencias o creencias pasadas, sé flexible. Tienes el poder de adaptarte a cualquier persona, lugar, trabajo, entorno y situación. En pocos días, este cambio se convertirá en tu zona de confort.

4. Medita a diario para aumentar tu capacidad de aceptar, acomodar y tolerar. Adaptarse consiste en romper con viejos y rígidos patrones de pensamiento. Recuerda que siempre estás a solo un pensamiento y una decisión de adaptarte y fluir con la vida.