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¿Nuestro destino está fijado o podemos cambiarlo?

Una pregunta muy común que la gente se ha hecho desde hace miles de años es si nuestro destino ya está fijado o podemos cambiarlo. Siempre que nos enfrentamos a una situación difícil en nuestras vidas, a menudo nos preguntamos si esto es el resultado de nuestras acciones pasadas y también pensamos si se puede revertir o detener el efecto de estas acciones negativas de nuestros nacimientos pasados ​​en nuestro nacimiento actual. 

Entonces, ¿qué debemos hacer y por dónde empezar? 


En primer lugar, debemos comprender muy profundamente que todas las almas humanas han realizado algunas acciones negativas, junto con acciones positivas, en muchos de sus diferentes nacimientos. Pero un punto muy importante a tener en cuenta es que algunas almas han realizado acciones negativas menores, y otras han realizado más de ellas. Entonces, como resultado, todos en el mundo hoy en día enfrentan alguna situación negativa o situaciones en sus vidas debido a esto. 

Existe una creencia común en el mundo de que nuestro destino es creado y escrito por Dios y todo lo que está sucediendo en nuestras vidas, ya sea bueno o malo, es decidido por Dios. Pero según la sabiduría espiritual dada por Dios, esta no es una creencia correcta. Dios no decide las circunstancias de nuestra vida. 

Siempre que algo bueno sucede en nuestras vidas, es el resultado de nuestras buenas acciones del pasado y también de la ayuda de Dios, que está presente en algunas circunstancias, pero no en todas. Por otro lado, siempre que algo negativo sucede en nuestras vidas, es el resultado únicamente de nuestras malas acciones del pasado. Dios no nos castiga por nuestras acciones negativas. 

Entonces, todos tenemos un destino basado en nuestras acciones pasadas. 

Pero, al mismo tiempo, hay tres formas en las que podemos cambiar nuestro destino en el momento presente, según la guía de Dios y la sabiduría espiritual dada por Él: 

1. Recordar a Dios en la meditación y escuchar Su sabiduría espiritual, que purificará el alma y limpiará el alma de la carga de las acciones pasadas negativas. 

2. Realizar muchas acciones positivas que llenarán el alma con las siete virtudes básicas: paz, alegría, amor, felicidad, pureza, poder y sabiduría y también aumentarán las mismas virtudes en los demás. 

3. Permanecer libre de los 5 vicios principales: lujuria, ira, codicia, apego y ego y otros vicios en pensamientos, palabras y acciones y llevar un estilo de vida puro. Cuando hacemos estos tres, el alma se purifica y también crea hábitos positivos de bondad y entrega. Estos cambios dentro del alma cambian su destino y atraen situaciones más positivas y hermosas en su vida y cambian sus situaciones negativas a positivas. 

También hacen que sus futuros nacimientos estén llenos de positividad y éxito.

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