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Piensa y habla sólo de soluciones

A veces nos enfrentamos a situaciones difíciles o a situaciones difíciles de manejar. Si nos centramos en el problema, nos enfadamos, nos preocupamos, tenemos miedo, culpamos y nos quejamos. Todo esto agota nuestra energía y, cuando estamos agotados, el problema parece aún mayor. Necesitamos ahorrar energía y concentrarla en crear soluciones. ¿Sueles hablar más de tus problemas que de las soluciones y te obsesionas con sentimientos negativos? 


Durante una crisis, ¿te quedas estancado rumiando, pensando y discutiendo sobre quién fue el responsable, por qué sucedió, cómo pudieron salir tan mal las cosas conmigo? ¿O te recuerdas a ti mismo y a los demás involucrados que simplemente deben centrarse en lo que hay que hacer ahora? 

Por mala que sea nuestra situación, su solución es lo único que realmente importa. Cargar la mente con preguntas abrumadoras drena nuestra energía, además de hacernos perder el tiempo. 

Necesitamos silenciar la mente, no permitir que siga con pensamientos de culpa, sintiéndonos como víctimas, criticando o rechazando la situación. Estos pensamientos nos agotan, agotan a los demás y agotan la energía de la situación. Este enfoque magnifica el problema. 

Los detalles del problema se pueden pensar más tarde, la necesidad inmediata es buscar soluciones. Aceptemos el problema. Ya ha sucedido, por lo que debemos centrarnos en el momento presente. Desviemos todos nuestros pensamientos hacia la búsqueda de una solución, creémosla y apliquémosla. 

Recordemos nuestra responsabilidad y capacitemos a todos para que juntos nos concentremos en resolver el problema. 


A partir de hoy, cuando te encuentres en medio de una situación difícil o con una persona difícil, dite a ti mismo que tu vida es perfecta y que cada escena es hermosa. Dirige tu energía hacia las soluciones siempre que haya un problema, grande o pequeño. Acepta la situación, a la persona. 

No malgastes tu energía en cuestionar escenas o comportamientos.  

Concéntrate en ti mismo, en tus acciones, en tu comportamiento. Concéntrate en tus objetivos, en la próxima escena y utiliza tu energía para estar en el presente. Tu poder está en el presente. Así que mantén la calma. 

Concéntrate en la solución, piensa en la solución, habla de la solución y crea una solución. Finalmente, implementa la solución y supera la situación. Esto es estar orientado a las soluciones y es la clave para la positividad, la felicidad y la estabilidad. 


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