En el Budismo, el ideal de ser humano es alcanzar la iluminación, implica liberarse del ciclo de sufrimiento y renacimiento mediante la practica de la compasión y la no violencia hacia todos los seres vivos, el desarrollo de la sabiduría para comprender la verdadera naturaleza de la realidad y el cultivo de la meditación para alcanzar un estado de paz y claridad mental.
En el Judaísmo, el ideal de ser humano es vivir una vida de justicia y santidad siguiendo las enseñanzas de la Torá. Esto incluye obedecer los mandamientos que Dios ha dado, practicar la justicia y la misericordia en las relaciones con los demás, buscar la santidad en la vida diaria esforzándose por acercarse a Dios a través de la oración, el estudio y las buenas acciones.
En el Cristianismo, el ideal de ser humano es seguir el ejemplo de Jesucristo. Esto implica amar a Dios y al prójimo como a uno mismo, practicar la humildad, la compasión y el perdón,vivir una vida de fe y obediencia a los mandamientos de Dios, buscando la salvación y la vida eterna a través de la fe en Jesucristo.
Cada una de estas tradiciones ofrece un camino hacia la realización espiritual y la excelencia moral. La antigua filosofía del Raja Yoga también es un camino hacia la realización espiritual y la excelencia moral, un camino cuyo ideal es la realización de la plenitud de la potencialidad del ser espiritual, la realización de la verdad del alma, el estado de conciencia de perfecta pureza.
Conciencia Pura es mantener la conciencia, la visión, la actitud, los sentimientos y la intención en total estado de verdad y pureza. Es pensar, sentir y actuar desde lo divino del alma, desde lo más elevado del corazón del ser espiritual. Es mantener el hilo de conexión del alma con la Energía Suprema de forma permanente, a fin de que la Divinidad purifique al ser al punto que los pensamientos, las palabras y las acciones se realicen congruentes con ser un instrumento de Dios para la transformación del mundo.
En Conciencia Pura se mantienen valores muy elevados y la vida de la realidad cotidiana se corresponde cabalmente a esos valores, el ser espiritual vive en estado de paz absoluta, de plenitud, de satisfacción, de felicidad y esta realización se transmite a toda la atmósfera que le rodea, así el ser se transforma en amor puro y lo manifiesta entregando su vida de forma altruista e ilimitada a la humanidad como su autorrealización.
En Conciencia Pura el ser es inmune a la influencia externa, recupera la autoestima, pierde el miedo y la animosidad, no se preocupa, ni se enoja, ni se coloca a la defensiva ante la debilidad de los demás. Así el ser es un agente de cambio invaluable: Abraham, Mahoma y Cristo, con el poder de su pureza establecieron importantes religiones.
En Conciencia Pura el ser sabe que no es el cuerpo, ni el género, ni el aspecto, ni la nacionalidad, ni la religión, ni lo que hace, ni la posición que tiene, solo es energía divina plena manifestando sus cualidades en la vida.
¡Centrémonos en Dios como objeto de nuestro recuerdo, cambiemos nuestra conciencia, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestra visión y nuestras acciones a aquellos que son pacíficos, amorosos y felices y así cambiaremos el mundo
Excelente artículo que nos aclara muy bien el objetivo del Raha Yoga, que no está alejado de otras religiones. Gracias
ResponderBorrarMuy cierto, el objetivo del Raja Yoga es más que compatible con el objetivo de las principales religiones, gracias por su apreciación.
ResponderBorrarEn la diversidad de nuestras historias, encontramos la riqueza de lo que nos une, todos juntos por la construcción de un mundo mejor.
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