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Salud espiritual para un cuerpo sano

Meditación y charla

Por: Martha Matarín coordina BK en España



Vamos a tratar un tema que es de interés para todos “Salud espiritual para un cuerpo sano”.

 Incluso aquellos que tenemos un cuerpo sano, debemos también revisar cuál es el efecto que tiene nuestra salud en todo nuestro ser en relación a nuestro cuerpo. 

A menudo hablamos de salud física y para hablar de la salud física hablaríamos de una buena dieta, un buen descanso, hacer ejercicio…y podríamos entrar en mucho detalle en cada una de estas áreas, y es curioso, porque cuando se habla de salud normalmente en lo primero que pensamos es en la salud de nuestro cuerpo. 

Pero es obvio que hay otras áreas también a descubrir, a profundizar acerca de la salud. La salud mental…no solo pensemos en aquellas enfermedades que requieren realmente de un profesional, y cuando uno tiene que acudir a un profesional, para eso está, para poder ofrecer lo mejor para, lo que esa, que tenga ese paciente. 

Pero tengamos en cuenta que todo aquello que pensamos tiene un gran efecto en todo nuestro ser, no podemos aislar… así como no podemos aislar los órganos de nuestro cuerpo y tratarlos por separado…es mejor ver la salud como un aspecto holístico en todos los aspectos. Podemos hablar de la salud emocional, que también es un tema interesante a desarrollar, incluso se habla de la salud en las relaciones. 

Yo puedo pensar yo conmigo estoy muy bien pero el problema está cuando se trata de relacionarme con otras personas o personas distintas a mí, o sea que son diferentes tipos de áreas las que podemos abordar el tema de la salud y aparte de la salud, física, mental, emocional, lo que vamos a tratar es la salud espiritual. 

Y podríamos decir que cuando cuidamos de nuestro ser estamos también incidiendo en cualquiera de los otros tipos de salud que he mencionado anteriormente.

Así, como es cierto, debemos prestar atención a nuestro cuerpo… ¿Cuánta atención estoy prestando al alma, a la energía, al ser? Da igual de qué maneras lo podamos llamar, pero si es una realidad que podemos constatar por nosotros mismos cuando nos sentimos mejor internamente…cosas que pasarán a nuestro alrededor o no nos afectarán o nos afectarán muchísimo menos de lo que nos han podido afectar en otros momentos de nuestra vida y después también ver la relación que hay tan directa entre cómo me siento internamente y cómo reacciona o responde mi cuerpo. 

Por ejemplo, en momentos de ilusión, de esperanza, de alegría, no nos pasa que respiramos mejor, que el cuerpo está mejor, incluso  la espalda está más recta… nos ponemos en una postura que le permitimos al cuerpo realizar todas sus funciones, pero que pasa en el momento en que me siento bloqueada por algo o tengo miedo, pánico, fíjense como los hombros hacen no sólo  que nos curvemos y afecta nuestra espalda…sino que todos los órganos de nuestro cuerpo se sienten afectados… 

Y qué ocurre cuando alguien pasa por “ahora me siento muy bien…ahora me siento muy mal”…parece que hay como unos dientes de sierra…en esos momentos en los  que me siento bien y a gusto, el cuerpo funciona muy bien y en el momento en que pasa algo y te tensas, todos nuestros órganos por dentro están así, como aprisionados y luego digo, es que me duele el estómago, me duele aquí, me duele allá… pobrecitos están así porque no les dejamos su sitio… porque todo es un compendio…todo lo que está ocurriendo en nuestro ser, las emociones…todo está ahí.

Y el pobre cuerpo necesita su espacio, los órganos necesitan su espacio también para poder realizar bien todas sus funciones. 

Así que, con base en una meditación hoy, donde primero iremos descubriendo más acerca de nuestro ser, me gustaría después ir recorriendo todo nuestro cuerpo con la finalidad de que podamos también como muy conscientemente hacer que cada célula del cuerpo pueda percibir ese ambiente de alegría, de serenidad, de paz, de fortaleza…

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