Me concentro sin tensión ni esfuerzo, naturalmente, en aquello que soy… y puedo visualizar detrás de mis ojos esa energía invisible, espiritual, que se expresa a través del amor, de la paz, del contentamiento.
Aquello que soy eternamente… y desde el asiento del auto
respeto aquello que me hace único y especial.
En el silencio puedo captar la vibración de mi creación… y cuando
estoy enfocado en esa esencia me siento realmente especial… Siento un motivo o
propósito para estar en este mundo.
Y es en esta posición que recuerdo la imagen del cisne, un animal muy especial y recordado por su limpieza, su realeza… sentado en ese honor, el cisne es capaz de escoger cuidadosamente lo que come, incluso solo tiene una pareja durante toda su vida… así mismo visualizo esa energía que soy tan pura como un cisne… y tengo la capacidad de naturalmente escoger, ver y apreciar aquello que hace a cada uno especial.
Me alimento a mi mismo de solo las especialidades y la luz
de cada ser que viene a mi… y aquel que solo ve la luz, expresa esa luz.
No importa cuál sea la condición el estado, la visión de los
que me rodean… escojo mis pensamientos y mis palabras con esa sabiduría del
alma, de forma que no importa lo que diga, lo que exprese lo que haga… desde
este lugar del amor del auto respeto y del respeto hacia los demás… al ver sus
especialidades soy capaz de solo ar esa misma energía que veo en ellos… un
intercambio real y de honor haciéndome a mi mismo cada vez más contento, más en
paz… y manteniendo una atmósfera equilibrada y llena de beneficio.
Video: https://youtu.be/_rgYyvYq3Hg
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