Cualquiera que sea el tipo de personalidad de la persona, si existe este único objetivo de recibir y dar buenos deseos, hay positividad en cada interacción.
Se presta atención para que cada palabra y acción esté llena de positividad.
Las palabras dichas solo dan felicidad a los demás y dan algún tipo de apoyo a la otra persona para ser mejor de lo que es.
Cuando entiendo la importancia de tener buenos deseos para todos, también puedo
recibir buenos deseos de los demás.
Soy capaz de estar libre de la influencia de la negatividad de las situaciones y personas.
Así que constantemente
experimento felicidad y satisfacción interior, incluso si no obtengo algo
exteriormente.
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