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Una actitud de gratitud

A veces damos por sentado a todas las personas en nuestra vida y todo lo que hace que la vida sea cómoda. Cuando las cosas no van bien, quejarse parece natural. Si miramos el viaje de nuestra vida, un gran porcentaje del mismo es fluido. Pero destacamos fácilmente las dificultades y rara vez reconocemos todo lo bueno. Cultivemos una actitud de gratitud por las personas, situaciones y cosas que se unen rutinariamente para hacer nuestra vida hermosa.


1. La gratitud crea felicidad y ser feliz te mantiene contento. Comienza tu día con gratitud. Conéctate con Dios y agradécele. Agradece a tu mente y cuerpo por sostenerte. Luego, agradece a las personas en tu vida y a los objetos que utilizas.


2. Crea una relación con los objetos que utilizas. Por ejemplo, no salgas de la cama con la manta desdoblada o la almohada tirada al azar. Agradéceles por una buena noche de sueño y colócalos ordenadamente.


3. No dejes espacio para criticar o criticar, cuando hay mucho que agradecer. No sólo situaciones y personas que son amables, sino que agradece incluso a aquellos que no son amables. Te han hecho más fuerte.


4. Empiece a estar agradecido por literalmente todo. Entonces, de vez en cuando, cuando experimentes que algo no está bien, tu mente no se quejará.

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