A nivel espiritual, el estrés/presión se puede definir como una fuerza externa que actúa sobre nosotros dividida por nuestra capacidad de soportar la fuerza o resistirla. Por tanto, la fuerza y la capacidad de resistencia son dos variantes de la ecuación de la presión. Cada uno tiene diferente capacidade de resistencia. Dos personas con diferente capacidad de resistencia, experimentarán diferente cantidad de presión cuando experimentan la misma magnitud de fuerza. Un sentimiento de presión reduce nuestra libertad y nos da la sensación de estar gobernados por una fuerza externa. Muchas personas creen que pueden experimentar la libertad sólo en ausencia de una fuerza externa, lo cual es casi imposible, ya que casi hay una fuerza u otra ejercida sobre el alma, que incluye el propio cuerpo físico; profesión; familia; finanzas, todo tipo de relaciones, etc. Incluso nuestra propia personalidad, pensamientos, sentimientos, emociones, etc. ejerce presión sobre nosotros en ocasiones. foto: ecured Aparte de la capacidad de resistencia, la otra variante en la ecuación de la presión es nuestra percepción de cuál es la magnitud de la fuerza. Esto depende principalmente de las creencias que tengamos. Dos personas percibirán la misma situación como fuerzas de diferente magnitud. Si bien mantenemos la creencia de que las situaciones de la vida, las personas y las expectativas que tienen de nosotros, son las fuerzas que causan nuestra presión, poco podremos hacer para cambiar el hábito de sentirnos presionados. Somos nosotros quienes nos presionamos y permitimos que el exterior nos presione. Podemos recorrer el viaje de nuestra vida mientras experimentamos sentimientos de estar emocionalmente aprisionados, confundidos, apurados y apurados, o podemos hacer lo mismo con el poder de la fe y la determinación, al mismo tiempo que permanecemos pacientes y mantenemos nuestra estabilidad emocional interna. En algunos casos, algunos de nosotros nos presionamos, porque llevamos la creencia de que un poco de presión es bueno para lograr lo que queremos; nos proporciona energía positiva y nos motiva. Entonces, este es un ejemplo de cómo percibir fuerzas en nuestra vida, fuerzas que no existen. Este tipo de presión puede engañarnos y darnos la sensación de ser beneficiosos a corto plazo, pero puede tener efectos perjudiciales a largo plazo. Es posible que otros no experimenten esta presión porque no comparten esta creencia en absoluto y no invitan a estas fuerzas. |
Comentarios
Publicar un comentario