A veces no nos damos cuenta de la carga del equipaje mental que llevamos. El bagaje podría ser: nuestra ignorancia, el dolor de las experiencias pasadas, los apegos, las expectativas, los hábitos equivocados, las creencias limitantes y las opiniones de las personas.
Solo cuando empacamos estas viejas formas, podemos acomodar nuevas formas de pensar, comportarnos y ser. En el viaje de la vida, es prudente viajar ligero, llevando solo lo que se necesita. Esto también se aplica al equipaje emocional. Tendemos a llevar un pasado hiriente: decepciones, hábitos equivocados, dolores y miedos.
Dejar ir crea espacio para nuevas formas de pensar, comportarse y ser.
1. Cuando tu mente esté perturbada, comprueba lo que está pensando. Puede ser sobre el pasado o el futuro. Dirígelo al presente.
2. Elige una respuesta correcta en cada escena. No culpar, juzgar o criticar a los demás.
3. Incluso si alguien te traicionó, el daño fue tu creación. Si la mente pregunta, ¿por qué me hicieron esto?, crearon pensamientos, los dejo ir... Entiendo a la gente... Los acepto... Me enfrento a situaciones con estabilidad.
4. Nadie ni nada te pertenece. Así que deja ir los apegos o resentimientos sobre ti mismo, las personas y las situaciones.
Repite esta afirmación a diario para tener una mente libre de estrés. Empiezas a conectarte con tu yo original, a medida que eliminas las capas de negatividad. Habrá espacio interior para acomodar y activar tus cualidades originales de felicidad, amor y compasión.
Soy un ser feliz... Cambio de una escena a la siguiente... con facilidad... Me quedo en el presente... Dejo de lado mis viejos hábitos de culpar... preocuparme... criticar... la escena no se queda en mi mente... Me concentro en la bondad de la gente... Tengo compasión por ellos... su comportamiento no se queda en mi mente... Viajo ligero... en este viaje de la vida.
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