Dios ama al mundo más que nosotros. Él ama a cada persona en este mundo más que nosotros. Esto se debe a que él es el Océano de Amor y Misericordia.
Cuando vemos imperfecciones en el mundo, a veces sentimos tristeza, a veces odio y, a veces, incluso ira. Aunque Dios conoce la negatividad en las mentes de sus miles de millones de niños en el mundo, también conoce la bondad y la bondad escondidas en las personas, que no podemos ver.
Esta bondad no es solo lo que todos poseen ahora, sino también lo que han poseído en sus vidas o nacimientos anteriores. Entonces, Dios no se enoja y no odia a nadie y tampoco experimenta ningún dolor, cuando ve ira, ego, celos, venganza y odio en el mundo.
Pensemos en nuestra percepción del mundo y miremos a Dios y tomemos una inspiración positiva de Su percepción.
Digámonos a nosotros mismos que seremos buenos y veremos el bien en el mundo y su gente, que es nuestra familia eterna. No nos preocuparemos de que la bondad del mundo se esté deteriorando y ya no tengamos el apoyo del mundo para seguir siendo buenos en todo momento.
Hay algunas personas en este mundo que dejan la bondad porque sienten que no pueden sobrevivir si son buenas y se quedarán atrás en todas las esferas de la vida. Y luego hay algunos que siguen siendo buenos, pase lo que pase a su alrededor.
Estas personas son amadas y respetadas inmensamente no solo por el mundo, sino también por Dios. A veces, este amor puede tardar en salir del mundo, pero recuerda que si disfrutas del amor de Dios y encuentras un lugar en su libro de buenas personas, la gente te amará tarde o temprano.
Así que sé bueno y haz el bien siempre, sé una personalidad llena de bondad, querido y amado por el mundo y respetado por Dios.
(Continúa...)
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